Cómo hacer croquetas cubanas caseras y deliciosas

¿Te gustan las croquetas cubanas? Seguro que sí, porque son uno de los platos más populares y sabrosos de la cocina cubana. Las croquetas cubanas son una forma estupenda de aprovechar las carnes que tengamos en casa, como pollo, jamón o cerdo. Además, son muy fáciles de preparar y se pueden congelar para tenerlas listas cuando queramos.

Las croquetas cubanas son unas bolitas de masa hechas con una bechamel muy espesa y trozos de carne, que se rebozan con huevo y pan rallado y se fríen en aceite caliente. El resultado son unas croquetas crujientes por fuera y cremosas por dentro, que se pueden servir como aperitivo, entrante o plato principal, acompañadas de una salsa, un pan o lo que más te guste.

En este artículo te vamos a enseñar cómo hacer croquetas cubanas caseras y deliciosas, siguiendo una receta tradicional y sencilla. También te daremos algunos consejos para que tus croquetas queden perfectas y para que puedas variar el sabor y la textura según tus preferencias. ¿Te animas a probarlas? Pues sigue leyendo y descubre el paso a paso para hacer las mejores croquetas cubanas del mundo.

Ingredientes para hacer croquetas cubanas

Para hacer unas 30 croquetas cubanas aproximadamente, vas a necesitar los siguientes ingredientes:

  • 350 g de carne cocida (pollo, jamón o cerdo)
  • 70 g de mantequilla sin sal
  • 70 g de harina de trigo (si eres celíaco puedes usar harina sin gluten)
  • 500 ml de leche entera o semidesnatada
  • 250 g de pan rallado o panko
  • 2 cucharadas de harina para rebozar
  • 3 huevos
  • 1 cebolla pequeña
  • 2 dientes de ajo
  • Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra o aceite de girasol para freír


Cómo hacer la masa de las croquetas cubanas

El primer paso para hacer las croquetas cubanas es preparar la masa, que se compone de una bechamel espesa con trozos de carne. Para ello, sigue estos pasos:

  1. Si usas carne cocida, desmenúzala con las manos o con un tenedor hasta obtener trozos pequeños. Si usas jamón, pícalo finamente con un cuchillo o unas tijeras de cocina. Reserva.
  2. Pela y pica la cebolla y el ajo en trozos muy pequeños. Reserva.
  3. En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego suave. Añade la cebolla y el ajo y sofríelos hasta que estén blandos y transparentes.
  4. Añade la harina y remueve bien con una cuchara de madera o una espátula, para que se mezcle con la grasa y se tueste ligeramente. Este paso es importante para que la bechamel no sepa a harina cruda.
  5. Vierte la leche poco a poco, sin dejar de remover, para evitar que se formen grumos. Puedes usar un batidor de varillas para facilitar el proceso. La leche debe estar templada o caliente, no fría, para que la bechamel quede más suave.
  6. Sazona la bechamel con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Añade la carne desmenuzada o picada y mezcla bien. Prueba la masa y rectifica el punto de sal si es necesario.
  7. Vierte la masa en una fuente o un recipiente amplio y deja que se enfríe un poco. Luego, cubre con papel film, pegándolo bien a la superficie de la masa, para que no se forme una costra. Deja que se enfríe completamente a temperatura ambiente y luego métela en la nevera durante unas horas o toda la noche, para que se endurezca y sea más fácil de manejar.

Cómo formar las croquetas cubanas

Una vez que la masa de las croquetas cubanas esté fría y firme, podemos proceder a formar las croquetas. Para ello, sigue estos pasos:

  1. Prepara tres platos: uno con harina, otro con huevo batido y otro con pan rallado o panko. Estos son los ingredientes para rebozar las croquetas y darles ese aspecto crujiente y dorado.
  2. Saca la masa de la nevera y quita el papel film. Con una cuchara, toma porciones de masa del tamaño que quieras para las croquetas. Puedes hacerlas más grandes o más pequeñas, según tu gusto. También puedes usar una manga pastelera con una boquilla lisa para hacerlas más rápido y uniformes.
  3. Dale forma a las croquetas con las manos. Puedes hacerlas redondas, ovaladas o alargadas, como más te gusten. Si se te pegan las manos, puedes engrasarlas ligeramente con aceite o mojarlas con agua.
  4. Pasa cada croqueta por harina, sacudiendo el exceso, luego por huevo batido, escurriendo el sobrante, y finalmente por pan rallado o panko, presionando un poco para que se adhiera bien. Repite el proceso con todas las croquetas y colócalas en una bandeja o un plato grande.


Cómo congelar las croquetas cubanas

Si quieres congelar las croquetas cubanas para tenerlas listas cuando quieras, puedes hacerlo antes o después de freírlas. Te explicamos cómo:

  • Para congelar las croquetas crudas, colócalas en una bandeja o un recipiente apto para el congelador, separadas entre sí para que no se peguen. Tápalas con papel film o aluminio y mételas en el congelador. Cuando estén duras, puedes pasarlas a una bolsa de plástico o un tupper y guardarlas hasta 3 meses.
  • Para congelar las croquetas fritas, deja que se enfríen completamente sobre papel de cocina, para que absorba el exceso de aceite. Luego, colócalas en una bandeja o un recipiente apto para el congelador, separadas entre sí para que no se peguen. Tápalas con papel film o aluminio y mételas en el congelador. Cuando estén duras, puedes pasarlas a una bolsa de plástico o un tupper y guardarlas hasta 3 meses.

Cómo freír las croquetas cubanas

El último paso para disfrutar de unas deliciosas croquetas cubanas es freírlas en aceite caliente. Para ello, sigue estos pasos:

  1. Pon una sartén al fuego con abundante aceite de oliva virgen extra suave o aceite de girasol. El aceite debe cubrir las croquetas por la mitad o por completo, según el tamaño que hayan quedado.
  2. Cuando el aceite esté caliente (unos 180ºC), fríe las croquetas en tandas pequeñas, sin sobrecargar la sartén, para que no se bajen la temperatura del aceite ni se peguen entre sí.
  3. Fríe las croquetas durante unos minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. Si las has congelado crudas, fríelas directamente sin descongelar, pero déjalas un poco más de tiempo para que se hagan bien por dentro.
  4. Saca las croquetas con una espumadera y ponlas sobre papel de cocina, para que absorba el exceso de aceite.
  5. Sirve las croquetas calientes o templadas, acompañadas de lo que más te guste: salsa de tomate, mayonesa, alioli, mostaza, kétchup…


Cómo acompañar las croquetas cubanas

Las croquetas cubanas son un plato muy versátil que se puede servir como aperitivo, entrante o plato principal. Aquí te damos algunas ideas para acompañarlas y disfrutarlas al máximo:

  • Si quieres servir las croquetas cubanas como aperitivo o entrante, puedes presentarlas en una fuente o en platos individuales, con unas hojas de lechuga, unos tomates cherry o unos palillos para pincharlas. También puedes ofrecer diferentes salsas para mojarlas, como salsa
  • de tomate, mayonesa, alioli, mostaza, kétchup o la que más te guste.
  • Si quieres servir las croquetas cubanas como plato principal, puedes acompañarlas de una ensalada fresca y variada, con lechuga, tomate, zanahoria, maíz, queso, frutos secos o lo que prefieras. También puedes optar por una guarnición de arroz blanco, patatas fritas, puré de patatas o verduras salteadas. Así tendrás un plato completo y equilibrado.
  • Si quieres variar el sabor y la textura de las croquetas cubanas, puedes añadir otros ingredientes a la masa o al rebozado. Por ejemplo, puedes mezclar la carne con queso crema, espinacas, champiñones o lo que se te ocurra. También puedes usar otros tipos de harina, como de maíz o de garbanzo, para darle un toque diferente a la bechamel. O puedes rebozar las croquetas con copos de maíz, almendras picadas o semillas de sésamo, para que queden más crujientes y sabrosas.
  • Consejos para hacer unas croquetas cubanas perfectas
  • Hacer croquetas cubanas no es difícil, pero sí requiere un poco de paciencia y práctica. Aquí te damos algunos consejos para que te queden perfectas:
  • Elige una carne de buena calidad y cocínala como más te guste: asada, frita, cocida o a la plancha. Lo importante es que tenga sabor y que no esté seca. Puedes usar cualquier tipo de carne: pollo, jamón o cerdo.
  • Pica la carne en trozos pequeños y regulares, para que se integren bien con la bechamel y para que las croquetas queden más bonitas. Puedes usar un cuchillo o unas tijeras de cocina. También puedes desmenuzar la carne con las manos o con un tenedor, si te gusta más.
  • Haz una bechamel espesa y cremosa, sin grumos ni sabor a harina. Para ello, usa una proporción adecuada de mantequilla y harina (unos 70 g de cada por cada medio litro de leche) y tuesta bien la harina antes de añadir la leche. Vierte la leche poco a poco y remueve constantemente con una cuchara de madera o un batidor de varillas. Sazona la bechamel con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
  • Deja enfriar bien la masa antes de formar las croquetas. Lo ideal es dejarla reposar en la nevera durante unas horas o toda la noche, para que se endurezca y sea más fácil de manejar. También puedes meterla en el congelador durante media hora si tienes prisa.
  • Dale forma a las croquetas con las manos o con una manga pastelera. Puedes hacerlas del tamaño y la forma que quieras: redondas, ovaladas o alargadas. Si se te pegan las manos, puedes engrasarlas ligeramente con aceite o mojarlas con agua.
  • Reboza las croquetas con harina, huevo y pan rallado o panko. Pasa cada croqueta por los tres ingredientes, sacudiendo el exceso y presionando un poco para que se adhiera bien el rebozado. Así evitarás que se abran al freír.
  • Fríe las croquetas en abundante aceite caliente. El aceite debe cubrir las croquetas por la mitad o por completo, según el tamaño que hayan quedado. Fríe las croquetas en tandas pequeñas, sin sobrecargar la sartén, para que no se bajen la temperatura del aceite ni se peguen entre sí. Déjalas unos minutos por cada lado hasta que estén doradas y crujientes.
  • Escurre las croquetas sobre papel de cocina. Así eliminarás el exceso de aceite y evitarás que queden grasientas. Sirve las croquetas calientes o templadas, acompañadas de lo que más te guste.

Conclusión

Las croquetas cubanas son un plato delicioso y sabroso, que se puede servir como aperitivo, entrante o plato principal. Son muy fáciles de hacer y se pueden congelar para tenerlas listas cuando queramos. Además, se pueden variar el sabor y la textura según nuestros gustos y preferencias.

Esperamos que te haya gustado este artículo y que te animes a hacer tus propias croquetas cubanas caseras. Si lo haces, no dudes en compartir el resultado con nosotros en los comentarios o en las redes sociales. También puedes enviarnos tus dudas, sugerencias o ideas para futuros artículos. Nos encantará saber de ti y ayudarte en lo que podamos.

Y si quieres aprender más recetas de croquetas, te invitamos a visitar nuestro blog Extrasabor.com, donde encontrarás muchas ideas para sorprender a tu familia y amigos con este plato tan rico y tradicional. ¡Hasta la próxima!

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